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viernes, septiembre 28, 2007

Viernes Santo

Hoy todo empezó mal desde la madrugada. Por más que anoche apagué la luz a las 11, dejé mi librito y cerré los ojos, el sueño no llegaba. Me daba calor y me quitaba las cobijas. Me daba frío y me las ponía. La gata vino a dar lata: "Consiénteme. Abreme la ventana. Cepíllame." Total, por qué no. Ella duerme todo el día. Y el motorcito de mi cabeza todo superrevolucionado pensando en babosadas (lo peor es que pensaba con el formato de la página del calendario cultural de la emb., con horarios y fotitos y todo). Y cantaba una canción que no me acaba de gustar. Yo cerraba los ojos y trataba de no pensar en nada: inhalar, exhalar, inhalar... quitar cobijas... inhalar, exhalar... cubrirse otra vez... inha... ¿qué me voy a poner mañana?...
Un poco más tarde, después de dar mil vueltas, se rompió la sábana de abajo. Sí, bajé la mano y fshhhhhttt! que se abre como si estuviera hecha de papel arroz. "?!?!?!?!?!" No, no, me tengo que dormir, no me voy a levantar a hacer la cama otra vez. Inhalar, exhalar... "¡JAJAJAJAJAJA!" Llegó mi hermana y por qué no, invita a los vecinos a mi casa. Ella no se tiene que levantar tampoco, tiene clase hasta las 4 pm o algo así. Y yo cuando tengo insomnio desarrollo oído supersónico. Almohada sobre la cabeza. Pero da calor la almohada... me la quito y "JAJAJA". Me la pongo, me la quito...
Pasan horas y horas. Me levanto y le digo a M. que no me deja dormir. "Perdón." "Ya vámonos" dicen los vecinos. ¡Fiu! Por fin... Veo el reloj y me traumo, son las 12:44 am. Empiezo a sentir mi furia de niña de 2 años que no ha dormido y se pone berrinchuda, sólo que es como furia anticipada, por el sueño que voy a tener cuando me tenga que levantar. Otra vez cierro los ojos. Empieza a llover y pienso que tal vez me puede arrullar la lluvia. Y en eso ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! (¿Qué no se habían ido?). Hermana y vecinos ahora platicando afuera de la casa, abajo de mi ventana, y todo se oía aún más fuerte que cuando estaban en la sala. Ahora sí me salen las lagrimitas. Los corro, quito la sábana y la cambio, y me tapo ya toda enojadita (bueno, digo "enojadita" pero es más furia fría y asesina, de subirse al campanario con una escopeta). Me toma un rato pero por fin me duermo.
Amanece y sigue lloviendo. Mucho tráfico por supuesto. Llego tarde a trabajar. Mi paraguas está roto. Hay una manifestación afuera de la emb. Cinco minutos más y no puedo entrar.
Lo raro es que no estoy de malas, hasta estoy disfrutando la musiquita protestera que traen los manifestantes.
Pero me asalta la duda: ¿cerré mi coche?

Comments:
No es horrible ese sentimiento d: "Si me duermo tarde, sé q sufriré mañana"? X cierto, debes continuar... cerraste el coche o no?
 
jejejeje, yo tengo por ahí unos libros del siglo de oro español Porrúa a dos columnas que sin duda combaten a la más ruidosa de las hermanitas y al más feo de los insmonios.

Nos estamos viendo, con cariño la lullaby:

http://www.youtube.com/watch?v=oOHQs405XcU
 

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