lunes, abril 14, 2008
Sospechosos
(bloqueo mental) Después de la aventura con el pastel de plátano-con-chocolate (que sigue intacto en mi escritorio, hoy si me acuerdo me lo llevaré para donarlo a alguien con mejores relaciones con la banana), me encontré el sábado en un evento de los que llamamos pastel ("te invito a un pastel"; que no es lo mismo que te invito a una fiesta, reunión o piñata).
Y después de algunas horas, apareció el más o menos esperadísimo producto que le daba nombre al evento...
Pastel. Con betún blanco. Prometiendo tal vez ser un pastel-de-chocolate-con-betún-blanco. Lo parten y.... de zanahoria. Zanahoria!!!!!!!!!
Ahora les tengo que explicar. Yo pensaba que no, pero he descubierto que el pastel de zanahoria es el favorito de mucha gente. Aclaro, por supuesto, que, fuera del elemento pasita, sí suelo disfrutar de esta variedad de pasteles, excepto por una cosa: mi bloqueo mental en contra de las verduras que se hacen pasar por postres. Ditto, pastel de calabaza, incluso el ponkin pai que nos ha traído reconocimiento, fama, y momentos brillantes. Ditto helado de mandarina con zanahoria. Ditto, si lo inventaran, pastel de pepino, helado de apio (he escuchado rumores de que existe), etc. Nunca, por más ricos que sean, los puedo disfrutar al 100%, nada más porque creo, en el fondo, que son unos impostores.
Lo siento, verduras. Son buenos elementos exóticos para postre, pero nunca, nunca van a ser un chocolate, o una vainilla, vamos, ni siquiera una fruta. Y su disfraz de canela y especias no me engañará. ¡Sospecho de ustedes!
(bloqueo mental) Después de la aventura con el pastel de plátano-con-chocolate (que sigue intacto en mi escritorio, hoy si me acuerdo me lo llevaré para donarlo a alguien con mejores relaciones con la banana), me encontré el sábado en un evento de los que llamamos pastel ("te invito a un pastel"; que no es lo mismo que te invito a una fiesta, reunión o piñata).
Y después de algunas horas, apareció el más o menos esperadísimo producto que le daba nombre al evento...
Pastel. Con betún blanco. Prometiendo tal vez ser un pastel-de-chocolate-con-betún-blanco. Lo parten y.... de zanahoria. Zanahoria!!!!!!!!!
Ahora les tengo que explicar. Yo pensaba que no, pero he descubierto que el pastel de zanahoria es el favorito de mucha gente. Aclaro, por supuesto, que, fuera del elemento pasita, sí suelo disfrutar de esta variedad de pasteles, excepto por una cosa: mi bloqueo mental en contra de las verduras que se hacen pasar por postres. Ditto, pastel de calabaza, incluso el ponkin pai que nos ha traído reconocimiento, fama, y momentos brillantes. Ditto helado de mandarina con zanahoria. Ditto, si lo inventaran, pastel de pepino, helado de apio (he escuchado rumores de que existe), etc. Nunca, por más ricos que sean, los puedo disfrutar al 100%, nada más porque creo, en el fondo, que son unos impostores.
Lo siento, verduras. Son buenos elementos exóticos para postre, pero nunca, nunca van a ser un chocolate, o una vainilla, vamos, ni siquiera una fruta. Y su disfraz de canela y especias no me engañará. ¡Sospecho de ustedes!
Etiquetas: nice try
Comments:
Jajaja me hiciste reír mucho. Sin embargo, tengo que confesar mis culpas y a mi el pastel de zanahoria me encanta!!! Estoy de acuerdo que no es, ni siquiera se acerca a mi favorito de todos los tiempos el pastel de chocolate con frambuesas, pero igual es maravilloso. Por otra parte, salvo por el pastel de zanahoria estoy de acuerdo contigo. ¿Qué onda con el helado de aguacate? ¿O los muffins de zucchini?
Un beso.
Un beso.
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