viernes, agosto 15, 2008
La revancha
Casi 1 año después
¡Ja! Esta vez, para empezar, me acordé de dejar mi anillo como se debe en su cajita, guardado en mi casa al abrigo de los ojos de rayos x de todos los ladrones que seguramente se abalanzarían sobre él, y no tuve la necesidad de buscar escondites sexys alternativos. No tuve que preguntarle a cuatro personas diferentes a dónde ir, porque 1) ya sabía dónde era, al menos hasta la parte del elevadorcito (ping!), y 2) saliendo del elevador había un letrero que decía "Registro para inscripción Aula 5". No tuve que preguntar cosas de la convocatoria porque ya las había preguntado el año pasado. Sí tuve que esperar, porque nos pasaban uno por uno y explicaban todo con paciencia. Había una mona que se estuvo como cinco minutos ahí con el señor del registo. No me imagino qué le preguntaba pero ellos muy tranquilos, y nosotros sentaditos con nuestra hoja, una que no tenía más que nuestro nombre, casi casi. Era un poco ridículo porque básicamente el proceso de hoy era, simplemente, dejar nuestro nombre y escoger fecha y hora para entregar papeles.
Todo fue fácil.
Demasiado fácil.
(musiquita del terror, corte a comercial, etc.)
Sigo sintiendo el efecto de la mala espina. Esta vez, es por mi culpa. Creo que la fecha que escogí me va a traer problemas.
Casi 1 año después
¡Ja! Esta vez, para empezar, me acordé de dejar mi anillo como se debe en su cajita, guardado en mi casa al abrigo de los ojos de rayos x de todos los ladrones que seguramente se abalanzarían sobre él, y no tuve la necesidad de buscar escondites sexys alternativos. No tuve que preguntarle a cuatro personas diferentes a dónde ir, porque 1) ya sabía dónde era, al menos hasta la parte del elevadorcito (ping!), y 2) saliendo del elevador había un letrero que decía "Registro para inscripción Aula 5". No tuve que preguntar cosas de la convocatoria porque ya las había preguntado el año pasado. Sí tuve que esperar, porque nos pasaban uno por uno y explicaban todo con paciencia. Había una mona que se estuvo como cinco minutos ahí con el señor del registo. No me imagino qué le preguntaba pero ellos muy tranquilos, y nosotros sentaditos con nuestra hoja, una que no tenía más que nuestro nombre, casi casi. Era un poco ridículo porque básicamente el proceso de hoy era, simplemente, dejar nuestro nombre y escoger fecha y hora para entregar papeles.
Todo fue fácil.
Demasiado fácil.
(musiquita del terror, corte a comercial, etc.)
Sigo sintiendo el efecto de la mala espina. Esta vez, es por mi culpa. Creo que la fecha que escogí me va a traer problemas.
Etiquetas: ya veremos
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