jueves, octubre 29, 2009
Dos cosas pero sobre todo un rant muy largo
*Fuzzy. No sé por qué insisto en comprarme y ponerme suéteres peluditos (de "gato" de angora jajaja). Me dan comezón y me hacen estornudar. Pero me encanta el efecto borroso que dan.
*Fuzzy. No sé por qué insisto en comprarme y ponerme suéteres peluditos (de "gato" de angora jajaja). Me dan comezón y me hacen estornudar. Pero me encanta el efecto borroso que dan.
*Dancing is not for the delicate (este es el rant largo)
Sé que siempre todo mundo dice que el ballet es algo así como fuerza disfrazada de belleza o cosas parecidas. Y sí, pero va más allá de tener fuerza para pararse de puntas o levantar la pierna hasta quién-sabe-dónde.
Les cuento una historia que al parecer pasa todo el tiempo, y que también pasó el lunes. Una Srita. desertó. Así, kaboom, ya no voy a venir y al diablo con todos ustedes y su coreografía. ¿La razón? La coreografía y su papel en ella, en resumen, le parecieron poca cosa para sus habilidades fantásticas (como ella misma expresa en su estatus de FB). Y nótese que es una coreografía colectiva, donde no hay protagonistas.
Seamos justos. Esta niña no es negada y tiene bastantes cualidades para bailar, aunque tampoco la ves y piensas "nació bailarina" (sí conozco niñas así--y aclaremos, yo no soy una de ellas). Pero lleva, cuando mucho, tres años bailando. Tres años no hacen a una bailarina, ni de chiste, ni aunque hayas nacido con todas las cualidades. Y no está ni por mucho ni siquiera entre las cinco mejores de la clase (a quienes no tengo clasificadas, pero sé que ella no me ha llamado la atención como otras). Por supuesto, su berrinche de diva evidencia muchas cosas bastante obvias, porque para bailar se necesita carácter, o por lo menos aguante para desarrollar carácter, porque hay tantas cosas que aguantar y aprender como:
1. Talent isn't genius. Suertudas las pocas que descubren que sí son genios y todo es fácil, en esta y cualquier otra cosa. Pero la mayoría tenemos que ver y aceptar que hay que trabajar y trabajar y trabajar, y que incluso con todo ese esfuerzo tal vez sólo terminemos saliendo en la gran obra en el papel de árbol o piedra.
2. Pasión. Y con un demonio, si amas bailar disfrutas al máximo tu momento en el escenario, aunque sólo estés ahí 30 segundos meneando las manitas (bellamente). Todo tiene su chiste y todos son necesarios.
3. Crítica. Esto incluye la autocrítica. Por eso bailamos en salones llenos de espejos; si creemos que ya lo hacemos todo perfecto, no tiene ningún sentido ir a clase. Y puede ser dificilísimo estar constantemente tratando de alcanzar un ideal estético y moldear tu cuerpo y sus movimientos a ese ideal. Pero he visto a bailarines de gran calibre ensayar y siempre, SIEMPRE hay correcciones.
Ag. Ya. Ni modo, good riddance supongo.
Etiquetas: aquí hay arte, consejos prácticos, dancing fool
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