miércoles, junio 30, 2010
Tronco Feliz
Un día pasando por mi camino habitual lo descubrí. Era un ente que se asomaba discretamente en una esquina. Cada vez que lo quería ver lo tenía que buscar.
Eventualmente me fijé en las calles: Gabriel Mancera y Morena. Siempre lo buscaba todas las noches cuando manejaba de regreso del ballet y cada que lo veía me ponía de buenas. Aún sabiendo dónde estaba, siempre me tomaba un momento verlo, y a veces lo buscaba en otra esquina similar. Era como un secretito de la ciudad que, que yo sepa, sólo yo tenía: el tronco feliz.
Era así:
Un tronco cortado, volteando hacia los coches, saludando.
Un día no lo ví. Al día siguiente lo busqué con más cuidado, pero su carita ya no estaba volteando hacia los coches, sino hacia la pared. Esta semana desapareció. Me gusta pensar que se cansó y se fue caminando.
Me habría gustado enseñárselo a alguien o tomarle una foto.
Ahora sólo me quedan los recuerdos.
¿Alguien lo vio alguna vez?
Un día pasando por mi camino habitual lo descubrí. Era un ente que se asomaba discretamente en una esquina. Cada vez que lo quería ver lo tenía que buscar.
Eventualmente me fijé en las calles: Gabriel Mancera y Morena. Siempre lo buscaba todas las noches cuando manejaba de regreso del ballet y cada que lo veía me ponía de buenas. Aún sabiendo dónde estaba, siempre me tomaba un momento verlo, y a veces lo buscaba en otra esquina similar. Era como un secretito de la ciudad que, que yo sepa, sólo yo tenía: el tronco feliz.
Era así:
Un tronco cortado, volteando hacia los coches, saludando.
Un día no lo ví. Al día siguiente lo busqué con más cuidado, pero su carita ya no estaba volteando hacia los coches, sino hacia la pared. Esta semana desapareció. Me gusta pensar que se cansó y se fue caminando.
Me habría gustado enseñárselo a alguien o tomarle una foto.
Ahora sólo me quedan los recuerdos.
¿Alguien lo vio alguna vez?
Etiquetas: lost, misterios de la vida, playing the eye game, sucesos extraordinarios de mi vida normal, tragedias globales
Comments:
Jamás lo vi... esos detalles que nos hacen pensar que la calle a veces es solamente del que presta un poco más de atención.
¿Cuántos habrán pasado por ahí ignorando su cara feliz y despreocupada hasta que un día se cansó y, como bien dices, probablemente espera en otro lugar a que alguien pase, lo note y resuelva el enigma preguntándole:
"¿Cuál es el secreto de tu sonrisa?"
Un abrazo, Gaby.
¿Cuántos habrán pasado por ahí ignorando su cara feliz y despreocupada hasta que un día se cansó y, como bien dices, probablemente espera en otro lugar a que alguien pase, lo note y resuelva el enigma preguntándole:
"¿Cuál es el secreto de tu sonrisa?"
Un abrazo, Gaby.
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