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miércoles, septiembre 08, 2010

La biología del ojo morado



Hoy al salir de mi casa me dí un portazo en el ojo. (No es la primera vez-aunque esa vez fue alguien más que me la cerró en la cara, no yo misma)

Siempre que me pego en el ojo (creo que también les conté de la vez que me dí un telefonazo) tengo la esperanza de que se me ponga el ojo morado, aunque sea un poquito. No sé muy bien por qué quiero verme como battered woman; como que pienso que si me dolió mucho (y vaya que duele), por lo menos debe dejar evidencia y así, no sé, llamar la atención de la gente por lo menos para un "¿qué te pasó?". Puede ser el primo de mi deseo de cuando era chiquita de romperme un brazo o una pierna para tener un yeso y que la gente escribiera en él, o tal vez quiero verme muy ruda for once (groar!!! heridas de guerra!), o tal vez sólo soy medio drama queen en ese aspecto.

No entiendo por qué no se me pone el ojo morado. Por un momento pensé que podría decir como Buffy "I don't bruise easily" (arrr!!), pero me acordé de que siempre tengo por lo menos un moretón. En estos días tengo varios, gracias a Zapín que siempre brinca por sorpresa a mis piernas con sus adorables dientes filosos.

Llevo dos horas viéndome en el espejo y nada.

Una vez más he sufrido en vano.

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Comments:
Me pasa lo mismo. Y fue muy evidente cuando me dieron el gotchazo en el ojo. Estuve con un parche un día y ni siquiera se me puso el ojo morado. Ni tiempo de que me preguntaran qué me pasó. :-) jajaja!

Nos vamos a tener que golpear en el ojo mutuamente para que tengamos nuestro ojo morado por lo menos una vez en la vida. :-D

L
 

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